Salimos de Puno muy temprano sabiendo de antemano que solo estábamos a unos 400 km de nuestro destino final, o sea Cusco.
Rápidamente nos despedimos del bellisimo e infinito lago Titicaca y llegamos a Juliaca. En esta ciudad sucedieron dos hechos curiosos, o uno importante para nuestro regreso y otro desafortunado o al menos risueño...
Supimos que al regreso de Cusco en esta ciudad deberíamos desviarnos para tomar rumbo al Océano Pacifico, rumbo oeste por primerísima vez. Y lo segundo y desafortunado fue que justo allí perdimos contacto visual con Alejandro y nos desencontramos.
Entramos a Juliaca por la misma vía pero salimos de la parte céntrica por dos caminos diferentes. Fue un segundo donde se interpuso un colectivo entre nosotros y yo tome hacia un lado y Ale hacia el otro.
Lo que aconteció fue seguir "el manual" (la lógica) para este tipo de percances ya que no teníamos nada hablado respecto de perdernos entre nosotros.
Sin señal de telefonía ni Internet los pasos a seguir fueron los siguientes:
1- Esperar unos 20 minutos en un lugar fijo.
2- Volver al punto de la ultima avistada.
3- Retroceder lo menos posible en búsqueda del compañero.
4- Preguntar a los pobladores, camioneros y/o colectiveros.
5- AVANZAR
Un gran amigo de las rutas y las motos una vez me dijo que siempre hay que ir hacia adelante y nunca para atrás; que la premisa es avanzar.
Así las cosas y al no dar el uno con el otro yo decidí continuar hacia adelante suponiendo que mi compañero optaría por la misma opción. Yo pensaba, y estaba casi seguro, que no podía estar por delante mio y creía, con muy buen tino, que si se encontraba mas atrás me podría dar alcance ya que tiene mucho mas maquina (moto) que yo.
En el primer control policial pregunte por mi amigo y deje constancia de mi paso por allí continuando el avance hacia la ciudad de Cusco.
Por momentos me reía solo dentro de mi casco pensando en lo gracioso que podría ser que después de mil días de armado del viaje y otros miles de km llegáramos solos cada uno a la ciudad mas esperada de toda la odisea.
Lo cierto es que después de muchos días, paises, ciudades nuevas y km estábamos moteando solos y cada uno por su lado.
Finalmente después de unos 200 km en solitario y antes de llegar a Cusco vi a Alejandro por mi espejo retrovisor y me empece a descostillar de risas; nos pusimos a la par y a puro gestos y señales continuamos nuestro camino, ni siquiera nos detuvimos a explicar nada, no hacia falta, somos motoqueros, motoviajeros... queremos viajar y solo viajar.
Ni siquiera el destino, a veces cruel y ocurrente, nos privaría de entrar triunfantes "Y JUNTOS" a la antigua capital del Imperio Inca.
Cusco te tenemos...
¡¡¡AL FIN ESTABAMOS EN CUSCO!!!
Nos abrazamos, chocamos los cinco... nos miramos y cotejamos nuestras motos con incredulidad y asombro; habíamos llegado a nuestro punto mas norte. Desde allí seria "El Santuario Sagrado" y luego todo regresar, todo sur.
A puro Pachacutéc nos pusimos al día con la historia de la ciudad, la plaza de armas y el casco histórico.
Sacamos el pasaje y el ticket para el mas grande día de nuestra aventura y nos dispusimos a festejar.
PACHACUTEC fue el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de un simple curacazgo a un gran Imperio.
Rápidamente nos despedimos del bellisimo e infinito lago Titicaca y llegamos a Juliaca. En esta ciudad sucedieron dos hechos curiosos, o uno importante para nuestro regreso y otro desafortunado o al menos risueño...
Supimos que al regreso de Cusco en esta ciudad deberíamos desviarnos para tomar rumbo al Océano Pacifico, rumbo oeste por primerísima vez. Y lo segundo y desafortunado fue que justo allí perdimos contacto visual con Alejandro y nos desencontramos.
Entramos a Juliaca por la misma vía pero salimos de la parte céntrica por dos caminos diferentes. Fue un segundo donde se interpuso un colectivo entre nosotros y yo tome hacia un lado y Ale hacia el otro.
Lo que aconteció fue seguir "el manual" (la lógica) para este tipo de percances ya que no teníamos nada hablado respecto de perdernos entre nosotros.
Sin señal de telefonía ni Internet los pasos a seguir fueron los siguientes:
1- Esperar unos 20 minutos en un lugar fijo.
2- Volver al punto de la ultima avistada.
3- Retroceder lo menos posible en búsqueda del compañero.
4- Preguntar a los pobladores, camioneros y/o colectiveros.
5- AVANZAR
Un gran amigo de las rutas y las motos una vez me dijo que siempre hay que ir hacia adelante y nunca para atrás; que la premisa es avanzar.
Así las cosas y al no dar el uno con el otro yo decidí continuar hacia adelante suponiendo que mi compañero optaría por la misma opción. Yo pensaba, y estaba casi seguro, que no podía estar por delante mio y creía, con muy buen tino, que si se encontraba mas atrás me podría dar alcance ya que tiene mucho mas maquina (moto) que yo.
¡Las siguientes fotos las tome mientras avanzaba "solo" por Peru!
En el primer control policial pregunte por mi amigo y deje constancia de mi paso por allí continuando el avance hacia la ciudad de Cusco.
Por momentos me reía solo dentro de mi casco pensando en lo gracioso que podría ser que después de mil días de armado del viaje y otros miles de km llegáramos solos cada uno a la ciudad mas esperada de toda la odisea.
Lo cierto es que después de muchos días, paises, ciudades nuevas y km estábamos moteando solos y cada uno por su lado.
Finalmente después de unos 200 km en solitario y antes de llegar a Cusco vi a Alejandro por mi espejo retrovisor y me empece a descostillar de risas; nos pusimos a la par y a puro gestos y señales continuamos nuestro camino, ni siquiera nos detuvimos a explicar nada, no hacia falta, somos motoqueros, motoviajeros... queremos viajar y solo viajar.
Ni siquiera el destino, a veces cruel y ocurrente, nos privaría de entrar triunfantes "Y JUNTOS" a la antigua capital del Imperio Inca.
Cusco te tenemos...
¡¡¡AL FIN ESTABAMOS EN CUSCO!!!
Nos abrazamos, chocamos los cinco... nos miramos y cotejamos nuestras motos con incredulidad y asombro; habíamos llegado a nuestro punto mas norte. Desde allí seria "El Santuario Sagrado" y luego todo regresar, todo sur.
A puro Pachacutéc nos pusimos al día con la historia de la ciudad, la plaza de armas y el casco histórico.
Sacamos el pasaje y el ticket para el mas grande día de nuestra aventura y nos dispusimos a festejar.
PACHACUTEC fue el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de un simple curacazgo a un gran Imperio.
GRACIAS DIOS, GRACIAS ALE, GRACIAS MOTOS, GRACIAS ARGENTINA Y AHORA... GRACIAS SUDAMERICA.
GRACIAS TOTALES.
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